Nací en Costa Rica, tengo más de 28 años de experiencia en el ámbito educativo. Mi familia está compuesta por mi esposo, que también es educador, y dos hijos que actualmente están cursando su carrera universitaria.  Este es mi primer año en LIS y me siento como en casa. El amor que recibo día a día de los estudiantes confirma lo maravilloso y extraordinario que es esta Institución.  La mejor parte de ser educadora es cuando los niños descubren un nuevo conocimiento y sus caritas se iluminan como si hubieran descubierto el tesoro más maravilloso del mundo.  Desde los 16 años, Dios me mostró que uno de mis talentos es enseñar y hasta el día de hoy trato de hacerlo con pasión, amor y siempre pensando que lo más importante es cada uno de mis estudiantes.